REFORMA AL ARTICULO 87 CONSTITUCIONAL
VIVO EJEMPLO DE NUESTRA MEXICANIDAD
Por: Arturo Garrido Bárcena
El pasado miércoles 18 de julio, se
realizó la declaratoria de aprobación constitucional de la reforma política,
impulsada por el senador Manlio Fabio Beltrones y en cuya construcción
participaron todas las fuerzas partidistas del país, fue hecha por la Comisión
Permanente del Congreso de la Unión, tras haber realizado el escrutinio de los
votos de los Congresos estatales que aprobaron el proyecto de dictamen.
El senador
Manlio Fabio Beltrones, en su carácter de presidente de la Junta de
Coordinación Política, tomo la palabra y afirmó ante el pleno de la Comisión
Permanente, lo siguiente:
“Hemos logrado, en sí,
resolver muchos de los asuntos pendientes que teníamos. Lo hemos hecho en la
pluralidad, en el respeto que nos debemos unos a otros, en darle valor al
diálogo, en saber que la discusión es saludable, y que los acuerdos son
necesarios: ceder, conceder, negociar, conciliar, acordar, convivir, es avanzar”
Ahora bien,
el significado de la reforma al Artículo 87, es el que quiero intentar razonar;
hasta antes de esta reforma, dicho artículo decía lo siguiente:
“ARTICULO
87. EL PRESIDENTE, AL TOMAR POSESION DE SU CARGO, PROTESTARA ANTE EL CONGRESO DE LA UNION O ANTE LA
COMISION PERMANENTE, EN LOS RECESOS DE AQUEL, LA SIGUIENTE PROTESTA:
"PROTESTO GUARDAR Y HACER GUARDAR LA CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS Y LAS LEYES QUE DE ELLA EMANEN, Y DESEMPEÑAR LEAL Y PATRIOTICAMENTE
EL CARGO DE PRESIDENTE DE LA REPUBLICA QUE EL PUEBLO ME HA CONFERIDO, MIRANDO
EN TODO POR EL BIEN Y PROSPERIDAD DE LA UNION, Y SI ASI NO LO HICIERE QUE LA
NACION ME LO DEMANDE".
La reforma consiste en lo siguiente:
“El Presidente
podrá rendir protesta ante el Congreso del Unión, las Mesas Directivas, la
Comisión Permanente o la SCJN (Suprema Corte de Justicia de la Nación)”
¿Por
qué este cambio?, ah, porque nuestros senadores, nos quieren ahorrar otro
espectáculo como el que vivimos el pasado 01 de diciembre del 2006, cuando
Felipe Calderón Hinojosa, tuvo que tomar protesta, por obra de un acto de
prestidigitación, y entrar por la puerta de banderas, de la cual nos enteramos
de su existencia ese día.
¿Recuerda el circo en que se
convirtió el Congreso de la “Unión”?, ¿Se acuerda que hubo muchos comentarios
de especialistas explicando las consecuencias de que el Presidente entrante no
pudiera tomar posesión?, pues en un acto inédito, el Senado de la República,
aprendió de las experiencias pasadas y resolvió el problema, con las adhesiones
que arriba he citado.
Es decir, en el caso de que
grupos antagónicos al presidente, intentaran boicotear la ceremonia, ya no habrá
ningún problema, porque podrá tomar posesión ante las Mesas Directivas, la Comisión
Permanente o la SCJN; ¿dónde?, donde pueda; en algún café, en un salón de
recepciones, agazapado en alguna zanja; donde pueda.
Problema resuelto, el próximo presidente, si
podrá recibir el cargo, y dejará a sus
malquerientes con un palmo de narices.
México ya avanzó.
O tal vez no; desde mi punto
de vista, esto es una vergüenza, una vuelta más a la ya conocida costumbre de
esmerarnos por todos los medios a no crecer, a no madurar como país, a no transformar
a México en un país adulto.
De todo lo que pasó hace seis
años, antes y después de las elecciones, nuestro sistema político tenía la
obligación de aprender muchas lecciones, y las básicas eran, el aprender a:
ceder, conceder, negociar, conciliar, acordar, convivir, con pluralidad, con el
respeto que se deben los unos a los otros, dándole valor al diálogo, sabiendo
que la discusión es saludable, y que los acuerdos son necesarios; todo esto
dicho en el párrafo que arriba cito del senador Beltrones, --se da cuenta que--,
ni siquiera tuve que discernir las cualidades que debería tener un sistema
político que se considere maduro. Sin embargo, y desgraciadamente para México,
no aprendieron, ni hicieron nada, porque de haberse puesto a trabajar y de
haber aplicado todos estos conceptos, no tendrían que haber reformando el
artículo 87, para que al presidente de la República, se le permita tomar
posesión --a salto de mata--, previendo que la oposición, al no sentirse
satisfecha con los métodos y resultados, pudiera no permitir que el presidente
acudiera al congreso.
Lo que si hicieron es utilizar
una cualidad muy bien aprendida, y madurada por nuestros políticos, la de la
simulación; con esta reforma, ya simularon la solución al problema que se
suscitó en la toma de posesión de Calderón.
Claro que, usted me podrá
decir que aunque hubieran hecho, todos, perfectamente bien su trabajo, siempre
puede haber un intransigente que aun habiendo acordado y aprobado todo, a la
mera hora, --se echa para atrás-- y no honra a su palabra; y si, seguro va a
aparecer el quejoso, sin embargo, el crecer y avanzar, implica imperativamente,
aplicar la ley, y sancionar al que trate de chantajearla, mas habiendo sido
parte de quien la creó. Si hacemos leyes justas, con consenso, y no las
aplicamos, mejor no hagamos nada y arreglemos las cosas al estilo del “Lejano
México”, perdón, Oeste, que es como hemos venido tratando de solucionar nuestros
problemas y diferencias, al menos en los últimos seis años.
Termino este artículo, con las
dos primeras palabras del párrafo del senador Beltrones; Hemos logrado, mantenernos
en la infancia, como país, ya que en lugar de enfrentar y resolver los
problemas, mejor les damos la vuelta, los evitamos, cerramos los ojos a ver si
desaparecen; y a lo que sigue, que ya veremos cómo lo resolvemos.
Dígame si no, este es un hermoso ejemplo de
nuestra mexicanidad.
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