REFORMA AL ARTÍCULO 87 CONSTITUCIONAL
VIVO EJEMPLO DE NUESTRA MEXICANIDAD
Por: Arturo Garrido Bárcena
El pasado miércoles 18 de julio, se
realizó la declaratoria de aprobación constitucional de la reforma política,
impulsada por el senador Manlio Fabio Beltrones y en cuya construcción
participaron todas las fuerzas partidistas del país, fue hecha por la Comisión
Permanente del Congreso de la Unión, tras haber realizado el escrutinio de los
votos de los Congresos estatales que aprobaron el proyecto de dictamen.
Con la Reforma, sufrieron
modificaciones los artículos 35, 36, 71, 73, 74, 76, 78, 83, 84, 85, 89 y 122;
y adiciona algún elemento a los artículos 35, 71, 73, 84, 87, 116 y 122 de la
Constitución Política.
El senador
Manlio Fabio Beltrones, en su carácter de presidente de la Junta de
Coordinación Política, tomó la palabra, y
tras explicar las virtudes de la reforma, terminó su discurso –afirmando-- ante el pleno de la Comisión
Permanente, lo siguiente:
“Hemos logrado, en sí, resolver muchos
de los asuntos pendientes que teníamos. Lo hemos hecho en la pluralidad, en el
respeto que nos debemos unos a otros, en darle valor al diálogo, en saber que
la discusión es saludable, y que los acuerdos son necesarios: ceder, conceder,
negociar, conciliar, acordar, convivir, es avanzar”
El
propósito, de la reforma al Artículo 87, es el que quiero analizar; hasta antes
de esta reforma, dicho artículo decía lo siguiente:
“ARTICULO
87. EL PRESIDENTE, AL TOMAR POSESION DE SU CARGO, PROTESTARA ANTE EL CONGRESO DE LA UNION O ANTE LA
COMISION PERMANENTE, EN LOS RECESOS DE AQUEL, LA SIGUIENTE PROTESTA:
"PROTESTO GUARDAR Y HACER GUARDAR LA CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS Y LAS LEYES QUE DE ELLA EMANEN, Y DESEMPEÑAR LEAL Y
PATRIOTICAMENTE EL CARGO DE PRESIDENTE DE LA REPUBLICA QUE EL PUEBLO ME HA
CONFERIDO, MIRANDO EN TODO POR EL BIEN Y PROSPERIDAD DE LA UNION, Y SI ASI NO
LO HICIERE QUE LA NACION ME LO DEMANDE".
La reforma consiste de las siguientes
adiciones:
“El
Presidente podrá rendir protesta ante el Congreso del Unión, las Mesas
Directivas, la Comisión Permanente o la SCJN (Suprema Corte de Justicia de la
Nación)”
¿Por qué estas adiciones?, para evitar que se repita una crisis como la
vivida en el 2006 con el presidente Felipe Calderón Hinojosa, en la cual
recordará, que grupos antagónicos le impidieron el acceso a la Tribuna del Palacio
Legislativo de San Lázaro, buscando provocar el incumplimiento del Artículo 87
de nuestra Constitución; con el propósito de originar un posible vacío de poder.
Aquel día, el presidente Calderón, tratando de cumplir con lo que ordenaba la
Constitución, hizo gala de ingenió, y apareció de repente parado en la tribuna
como por acto de prestidigitación; el truco consistió, en entrar por una puerta
que se encuentra detrás de las dos banderas localizadas a espaldas de la máxima
tribuna de la nación. Es decir, tuvo que entrar literalmente por la puerta de
atrás.
Las
opiniones de los especialistas, fueron discordantes; unos opinaron que el presidente
asume el cargo en virtud de la protesta, otros, que este acto no es requisito
imprescindible para ejercer el cargo, sino un acto formal y solemne pero no
constitutivo, ya que según ésta opinión, la asunción del cargo presidencial se
da al primer minuto del 1o. de diciembre.
Debido
a la variedad de opiniones, de manera inédita, los senadores aprendieron de la
amarga experiencia, y decidieron solucionar este problema al darle más opciones
al presidente para que en el caso de que sus opositores intenten repetir el boicot,
estos se queden con un palmo de narices, y sí pueda rendir protesta, no dejando
lugar a dudas de que ha tomado posesión del cargo.
Según esto,--México ya avanzó-- gracias al
trabajo de su sistema político, siempre
comprometido con el país, y buscando eternamente el bienestar de la nación.
O tal vez no; desde mi punto
de vista, esto es un desprestigio para nuestra Constitución, y como siempre se corrobora
la cortedad de miras y la falta de compromiso de nuestros políticos por
resolver los problemas a los que la nación se enfrenta, ya que en lugar de
aprender de ellos y solucionarlos de fondo, --desde las mismísimas causas que
los generan--, prefieren modificar la ley y esquivarlos.
De todo el conflicto que se
suscitó con el proceso electoral de hace
seis años, nuestro sistema político tenía
la obligación de asimilar muchas lecciones, y las básicas eran las de aprender
a: ceder, conceder, negociar, conciliar, acordar, convivir, con pluralidad; con
el respeto que se deben los unos a los otros; dándole valor al diálogo; sabiendo
que la discusión es saludable, y que los acuerdos son necesarios. Sin embargo,
de haber puesto en marcha la práctica de estos conceptos, --que ni siquiera
tuve que discernir, ya que nos los dice el senador Beltrones, en el párrafo que
arriba cito --, no hubiera sido necesario el reformar mañosamente al Artículo
87 de la Constitución, para que al presidente de la República se le permita cumplir
con lo que dicta,--a salto de mata--; es decir simularon la solución, pretendiendo
engañarnos, al hacernos creer que el problema se ha corregido exitosamente.
Imagine una importante calle
céntrica de la ciudad, en la cual hay constantes asaltos violentos a las
personas que por necesidad caminan por ella, y que el jefe de policía en lugar
de enfrentar a los asaltantes y presentarlos ante la autoridad correspondiente,--construye
un puente--, para así, al evitar la calle, los ciudadanos ya no sufran atracos.
Y además, después de presentar esta--brillante solución--, ni tardo ni perezoso
anuncie con bombos y platillos que ha cumplido puntualmente con la obligación
que la ciudadanía le encomendó. Bueno, esto es lo que ha hecho nuestro
honorable sistema político, además de ofender a nuestra inteligencia, al
suponer que somos lo suficientemente tontos para no darnos cuenta de su falta
de voluntad por tratar de encontrar el mínimo de armonía entre las partes que
lo forman.
Claro que usted me podrá decir
que aún haciendo correctamente el trabajo, siempre puede haber un intransigente
que no obstante conociendo la ley, trate de doblegarla para así lograr sus
objetivos, sin embargo, el crecer y avanzar, implica imperativamente aplicar la
ley y sancionar sin distingo al que no la respete. Si hacemos leyes justas, y
en lugar de aplicarlas a los que las deshonran, las modificamos, para evitar el
enfrentamiento, mejor no perdamos el tiempo y que cada quien haga lo que
quiera, --dependiendo de su fuerza--, como en el lejano oeste.
¿Por qué nuestros
legisladores, en lugar de esta reforma, no presentaron una iniciativa para definir
los alcances del fuero constitucional que los protege y que también está lleno
de ambigüedades? Porque en lo que sí están de acuerdo y muy unidos es en
proteger y defender –sus—intereses.
Termino este artículo, con las
dos primeras palabras del párrafo del senador Beltrones; “Hemos logrado”, seguir manteniéndonos en la infancia como país, ya
que en lugar de enfrentar y resolver los problemas, preferimos darles la
vuelta, --evitándolos--, y postergando la oportunidad de avanzar y de buscar la
solución por difícil que esta sea; todo esto, vivo ejemplo de nuestra
mexicanidad.
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